INAZIOTZAR BIDEA - CAMÍ IGNASIÀ
Euskadi y Cataluña han
decidido dar un impulso al Camino Ignaciano, la ruta que san Ignacio de
Loyola realizó en 1522 entre Azpeitia (Gipuzkoa)
y Manresa (Barcelona), con su decisión de
promocionarlo como un producto de turismo cultural y de naturaleza y una
alternativa para los amantes del senderismo.
Discurre desde la casa natal
de Ignacio en Loyola, una casa torre junto a la basílica de Loyola, en
Azpeitia, hasta lo que se conoce como la Cova de San Ignacio, en la ciudad de
Manresa, cerca del Monasterio de Montserrat. Son 650 kilómetros en
total repartidos en 27 etapas. Seguir la ruta realizada por san Ignacio hace
casi 500 años supone, en algunos tramos de la travesía, caminar en sentido
contrario a las flechas amarillas que apuntan a Santiago.
Los peregrinos son
buscadores de tesoros. Lo mismo que los que van tras el oro. Se ponen en marcha
empujados por la sed de encontrar. No les basta con llegar al final del
recorrido. Lo que buscan no es algo material sino el perdón o la
reconciliación, una nueva orientación o rumbo de su vida, confirmar alguna
decisión tomada, poner tierra de por medio respecto a alguien o algo, descubrir
o trabajar la propia identidad, fijarse metas personales… El peregrino, hombre
o mujer, se siente insatisfecho e intuye que, de alguna forma, va a encontrar
una solución a su descontento… poniéndose en camino. El peregrino de hoy suele
huir del “espejismo consumista”, entendido como una búsqueda permanente del
placer, del disfrute, de la acumulación sin apenas reflexión, sin caer en la
cuenta de sus consecuencias.
Ignacio decidió ir
“contracorriente” y se puso en camino hacia Jerusalén, siguiendo el Camino
Real, que le llevaría a Barcelona. De allí pensaba salir en barco para
proseguir su peregrinación a Tierra Santa.
Consejos
prácticos
Programa tu Camino Ignaciano
Es necesario, antes de empezar la marcha, que
te pongas en contacto con alguno de los puntos del Camino Ignaciano que ofrecen
la credencial del mismo. Con ella podrás encontrar algunas facilidades para ser
acogido en algunos albergues y ayuntamientos.
Conoces tus límites económicos, de tiempo y de forma
física: prepara tu Camino Ignaciano con la ayuda de esta guía. Con buena fe,
los servicios que se ofrecen a los peregrinos que caminan hacia Santiago
también están disponibles para nosotros presentando oportunamente la credencial. En la
descripción detallada de cada etapa encontrarás las posibilidades de
avituallamiento, albergues y otras ayudas que podrías necesitar en tu Camino
Ignaciano. En 2010 el Camino de Santiago dispone de 19 albergues, refugios o
espacios de acogida para peregrinos, repartidos desde Montserrat hasta Logroño.
Como podrás ver en las descripciones de las etapas, hay bastantes hostales y
pensiones privadas a disposición del peregrino. Un punto importante que tener
en cuenta es la ausencia de alojamientos en el largo tramo entre Zaragoza y
Fraga: es lo que llamamos el “desierto” de los Monegros, el tramo más solitario
y difícil de nuestro recorrido.
La peregrinación por el
Camino Ignaciano se hace a pie o en bicicleta, como mejor te parezca. Con todo,
si nos permites un consejo, se hace mejor andando. Te da más tiempo de entrar
en la “dinámica interior” que toda experiencia de “camino largo y costoso”
puede ofrecer.
Web oficial: http://caminoignaciano.org/